Cada cuento cultiva un sentido de la imaginación caprichosa y revela una voz madura, más oscura de lo que se experimentó, a partir de este autor legendario.
En un cuento del Ángel de la Muerte, cómo un periodista se planta ante Jacob, para rescatar la historia de aquél famosísimo periodista, Esau, quien desapareció de la vida pública como una exhalación, como un sueño extraño, del recuerdo del mundo. "¿Por qué?", se preguntaría el periodista. Jacob, se lo explica, con la promesa de que no lo recordará al día siguiente.
Jacob, nos relata la extraña vida que compartió junto a sus padres, su hermana Willa y Esau, ese niño que nunca destacó demasiado pero que un buen día, a raíz de una pelea con otro niño del colegio, afirma con rotundidad al chico que lo atacó que había muerto la semana anterior. Y sí, es cierto. Al día siguiente todo el mundo recordaba haber asistido al entierro y todo lo acontecido en los últimos días, dejó de existir en la mente de las personas. Todos reprimieron los recuerdos de aquél niño que había muerto en un accidente de coche y que aun así, parecía estar presente en recuerdos vagos, días después. No podía ser, y como no era posible, todos lo olvidaron. Pero no Jacob. No, no. Él sabía que Esau había hecho algo, algo extraño, algo fuera de lo normal. Le había arrebatado la vida a un niño por puro capricho. Y no sería la única muerte que pronosticaría...
Pero Esau no es el único que tiene poderes. Pronto descubre que hay alguien más que puede hacerle frente y frenarlo en sus ambiciones y crueles planes.
FuEnTe Peter Beagle, blog (no oficial) GrAcIaS pOr La SiNoPsIs.
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